Para los que no hayan visto la película basada en la novela de Bret Easton Ellis, protagonizada por Christian Baleo, o no hayan leído el libro, les dejamos este breve resumen como introducción: El protagonista de esta historia es un yuppie neoyorkino llamado Patrick Bateman de los años 80. Es un hombre rico y poderoso de Wall Street obsesionado con su apariencia, su cuerpo y la sofistificación. Esta obsesión lleva al personaje a un punto de locura en el que desprecia a todo aquel al que considera inferior y se entretiene torturándoles hasta la muerte cometiendo brutales asesinatos.
La escena a la cual hacemos mención en este post, es una en la cual el protagonista se encuentra con varios compañeros de las altas esferas y se enseñan unos a otros sus respectivas tarjetas de presentación. Patrick (el protagonista) empieza a enfurecerse cuando tras mostrar su maravillosa tarjeta comienza a ver el acabado de las de sus compañeros. El relieve de sus letras, la rugosidad, el grosor, la tipografía, etc. Detalles que hacen que una tarjeta sea completamente distinta a las demás.
Aquí les compartimos la escena:
A nuestro entender, y salvando las distancias en cuanto a la estética actual de nuestras tarjetas personales con las de los 80´s, esta escena resume muy bien lo que significa el diseño y lo importante que es una buena tarjeta personal en el ámbito de los negocios.
Nuestros diseños, mucho mas modernos y llamativos que los de la película, y la calidad de nuestras tarjetas, habrían evitado la ira de Patrick en esa reunión !!
Te Dejo Mi Tarjeta 